Yo te grito, me seguis?

8 de mayo de 2011

Yo miro calladita.

El era un loco de las pinturas, los juegos de ingenio (de esos que son pedazos de alambre imposibles de resolver), las matemáticas y los rompecabezas, los difíciles, los enfermantes, los que hacen que te duela la cabeza  a más no poder, los que hacen que hagas… lo que te voy a contar más adelante.
Un sábado a la noche, monótono como todos los de su media vida, una sirena de viento arrojo por la ventana un puzle, infinito, de aproximadamente 500 piezas, acostumbrado a las cosas raras, sobrenaturales y freaks, nuestro amigo decide apasionadamente ponerse a pensar, y a armar el raro rompecabezas que está en el escritorio de su habitación, y si, si ninguna chica lo va a invitar a salir, ningún amigo lo va a llamar para juntarse a jugar a algún violento video juego, -en fin manos a la obra… con las gafas que no  favorecen su pálida y huesuda cara, como un dentista, comienza a examinar cada brillante pieza con sus manos frías como siempre, después de fallar infinitas veces intentando encastrar  y buscar las piezas hermanas, su corazón comienza a acelerarse, como a correr, su cerebro comienza a calentarse y sus pequeños puños se cierran, el aire no le llega a el cerebro, sus ojos indican que su paciencia se termina, la espalda le duele, y este rompecabezas no va a poder vencerlo…
Por hoy, decide dejar, abandonar, golpeando la mesa y gruñendo como un perro rabioso –MIERDA!, se va a intentar dormir, rompiendo con la fuerza de su mano un vaso de granadina, cortando cuatro dedos de su estúpida e intrépida mano…
Dolido, se levanta, a seguir luchando con el puzle que anoche no lo dejó dormir, lo mira desafiante, siente que el rompecabezas lo llama, se burla, se ríe de el –estoy enloqueciendo… con una sola mano, sigue pensando como armarlo, después de toda una tarde de intentar, el sol se seca, las estrellas se van, y nadie se percata de que necesita ayuda, le tiemblan las manos, y transpira como un loco. Un grito desesperado  se escapa de su boca, sus manos sangran, el rompecabezas sigue a medio armar, comienza a llorar, se golpea a sí mismo con lo primero que encuentra –ya basta… sigue intentando hasta la madrugada, Juan ya no puede más, el simple juego le comió la cabeza, ya no es dueño de su cuerpo, nervioso, maldice y golpea las manos contra la mesa una y otra vez, todo el silencio se asusta del nuevo Juan, como un ogro da vuelta la mesa, desordenando y rompiendo todo el sucutril en donde vive, se pone nervioso, se rasguña, quiere morirse, minutos después sollozando, Juan se suicida… 


Somos unicos, un ente, cobardes y todo eso.




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3 comentarios:

  1. no será que vos te sentis una ''dominada'' por eso?

    porque yo no lo veo tan así...

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  2. me parece un poco exajerado, uno no es cobarde o dominado por no querer entrar en coma alcoholico :/ las otras cosas puede que si..

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