Yo te grito, me seguis?

4 de marzo de 2011

Sobre como creó el cielo.

El  gato negro, ya se canso de ir todas las noches a esperar a alguien en el filo del paredón de diamante azul, al lado de las malvadas lunas rojas, de los lunares sangrientos con formas graciosas, atrás de la sabia lechuza blanca, en frente de las flores marchitas, sucias y descuidadas que sembraron dos inconscientes o anda a saber cómo se los puede llamar, de 13 años marcando el inocente “amor eterno” que se tenían. está cansado de tener los ojos llenos de lagrimas amarillas con formas de estrellas que mancharían su majestuoso traje negro fabricado con finos hilos de ilusiones robadas y botones de lagrimas congeladas, todo un arte que se arruinaría con solo dejar escapar una traviesa lagrima de color, está cansado de ser un elemento de el vacio, una nube pasajera en los sueños de los humanos, cansado de ocultarse de la cálida luz del sol, obligado a volar entre los arboles oscuros cuando el amigo sol quiere tocarlo y encantarlo con sus juegos de calurosas luces,  enamorado completa y eternamente de las estrellas de colores y rostros increíbles que se forman a su lado y que lo acompañan temporalmente en cada aventura de globos rojos de helio y soledad, cansado de lamer sus patas, limpiar su cuerpo, escuchar el viento y tus lamentos golpear contra las paredes de su rosado corazón, cansado de estar eternamente parado en los límites de las ventanas de los sueños y de el interminable mundo de sus aventuras de piratas, ogros y magos.
Su galera mágica ya no le entra, le queda chica, se da cuenta de que esta viejo su cuerpo negro como la oscuridad impenetrable, comienza a tener pequeñas manchitas blancas, ¿como las del cielo?. Triste, se da cuenta de que el tiempo para el pasa muy muy rápido.
 Encarcelado en sus lamentos, una noche de aquellas diferente a todas las demás el poderoso pero ingenuo corazón de el gato no soporta el peso, y una lagrima fría y azul cae de sus ojos su traje se mancha sin remedio alguno, “estas manchas se quedaran eternamente, estoy arruinado” la lluvia de lagrimas estropea sin remedio su traje.
 anestesiado se deja caer entre las brisas negras que lo abrazan con fuerza y que no lo dejan respirar, que bien se siente llorar, la tormenta de lagrimas es imparable, sonríe pero su corazón se estruja porque sabe que su mundo se desvanece y para siempre, su traje ya no es el mismo, el no es el mismo. Sus dientes blancos y afilados sus ojos perfectos ¿como dos estrellas?, dibujan un esquema de calma y tranquilidad, pero su mirada, no se porque, está llena de dolor. El cielo se torna más negro de lo normal… mira sus garras, ya no están, el es solo una brisa, una nube, si, una nube negra perfecta, que de a poco se va elevando entre los techos de las casas, entre los sueños de la gente, se eleva por las escaleras de el cielo, ya no piensa, solo  se deja caer de abajo hacia arriba sus emociones lo llevan, lo llevan bien lejos muy arriba de el paredón de diamantes, de los globos de las lunas rojas. un piano alborotado suena, algunas manos lo tocan y lo ayudan a seguir subiendo, las flores de fuego lo acompañan y lo acarician despacio en su largo viaje hacia la luna, y hacia ese lugar donde creo, que ya nadie le va a hacer daño…
El silencio de la noche, la lluvia que parece interminable, las cosas que dejó atrás, los dibujos del cielo nocturno, los maullidos que aun no descubro de donde vienen, suenan asustando a mas de un niño que no puede dormir, y él se convirtió en la noche misma, se adueño de la noche, subió hasta el cielo, las manchas se convirtieron en estrellas, sus ojos son algunas de ellas brillante y expectante a nuestros sueños e ilusiones, el gato negro baja por las noches solitarias en forma de una estrella fugaz acompañado de sus flores de fuego a recolectar risas, caricias, palabras, besos, carcajadas, deseos, abrazos, y muchas cosas mas para luego volver a subir y seguir manchando o mejor dicho, adornando el cielo…

PD: NO SE, NO SE COMO PONER UN FINAL, YEAH♥

WrittenBy: Quiet, just a dream.


No hay comentarios:

Publicar un comentario